En esta época de pandemia que nos toca superar, me puse a pensar que, con el paso del tiempo hasta el día de hoy, me dí cuenta que a la Danza Oriental la consideraba algo más que un hobbie. La realidad es que, a esta elegante danza la considero como el sostén de mi vida que me invita a seguir construyendo mis sueños de querer superarme cada vez más, tanto en lo artístico como en mi persona. No me arrepiento de este amor que late dentro de mí al bailar cualquier tema árabe, que con tan sólo escucharlo, mi mente fluye en forma dinámica en mi imaginación y comienzo a expresarme con mis movimientos. Siempre cuando me surgía alguna angustia, inseguridad, problemas de la vida que a lo mejor eran pequeños inconvenientes y nosostros las personas lo visualizamos en problemas grandes imposible de encontrar salida, pero no es así. Cuando me pasaba justamente esto, con tan sólo escuchar la melodía de la música árabe y bailarlo por un ratito, me olvidaba de todos los problemas, todo lo malo de...
La Danza de mi Existencia fue y será siempre el refugio porque danzando las cosas malas de la realidad no existen para mi.